Filosofía – línea metodológica

Nuestra metodología está basada en el juego  a través del descubrimiento y la experimentación, siendo el niño o niña el protagonista activo de su propio aprendizaje. Potenciamos su imaginación y la creatividad, su motivación y su espíritu crítico. Damos respuesta a sus necesidades individuales, respetando su tiempo y potenciando sus capacidades.

Niñas y niños curiosos

Concebimos a las niñas y niños como seres activos, competentes, curiosos y creadores. Poco a poco va construyendo su conocimiento, interactuando con su entorno gracias, también, a su mirada curiosa. Acompañamos a los niños para lograr un desarrollo físico, psicológico, emocional y social, en armonía con su manera de ser. Tenemos en cuenta la diversidad y características de cada uno. Ofrecemos espacios seguros y adaptados a cada momento evolutivo y facilitamos materiales interesantes que fomenten la exploración, la experimentación y la relación con los demás.

La importancia de la vida cotidiana en el aprendizaje de los más pequeños

Las actividades de la vida cotidiana tienen un alto componente educativo. Los hábitos y las rutinas proporcionan seguridad a los niños y niñas. Momentos como la alimentación, la higiene o el cambio de pañales son situaciones muy especiales en las que desarrollar capacidades motrices, de autonomía, de conocimiento de uno mismo… Concretamos la cotidianidad del aula y de la escuela a través de propuestas adaptadas a su propio bienestar, a sus intereses, necesidades e inquietudes.

Respetamos el ritmo evolutivo de cada niño y niña

El respeto a cada niña y niño pasa por adecuarnos a su ritmo evolutivo. En las actividades cotidianas de alimentación, higiene y motricidad, tenemos en cuenta la diversidad y características de cada uno. Acompañamos a los niños y niñas, ofreciendo propuestas y observando. Facilitamos su movimiento libre, para que puedan explorar, descubrir, desplazarse hacia donde los lleve su curiosidad y como medio de conocimiento del propio cuerpo, respetando sus iniciativas.

Proporcionamos espacios y diferentes materiales para experimentar

Preparamos tanto los diferentes espacios como los materiales, para permitir a los niños y niñas fomentar la experimentación y el descubrimiento, utilizando el aula como un medio privilegiado para establecer nuevos aprendizajes. Organizamos los espacios y materiales con el objetivo de mantener vivo su interés y su curiosidad, siendo estos los motores principales de sus aprendizajes. El contacto con la naturaleza, los materiales naturales, reciclados y reales serán la base de su experimentación. El juego es la base del aprendizaje, por lo tanto, ofrecemos propuestas de juegos coherentes, estimulantes y atractivos, teniendo en cuenta el momento evolutivo del niño y del grupo. Partimos de que cada niña y niño es único, y de que cada grupo de niños y niñas, como totalidad, es también único.

Nuestra línea metodológica se basa en el respeto a las niñas y niños como personas, como seres únicos que establecen relaciones y que influyen en los acontecimientos de su entorno. Todos y cada uno de ellos son atendidos en su diversidad, en un clima de valoración y de respeto y de comprensión de las diferencias.

Observar y escuchar lo que manifiestan (reacciones, demandas, gestos, silencios, acciones) para poder dar una respuesta individualizada, para saber qué les pasa, para acompañarlos y darles la oportunidad de conocerse a él/ella mismo/a. Acompañamos el crecimiento de cada niño y niña y, sobre todo, valoramos y apoyamos su autonomía, proporcionando respuestas que le aporten seguridad.

Ofrecemos propuestas de actividades en función de sus intereses, sin seguir estereotipos sociales vinculados al género. Por todo ello damos especial relevancia al lenguaje, a la finalidad de los materiales en las estancias y en los patios de nuestra escuela infantil, y en el uso compartido y plural de los espacios. Somos muy cuidadosas tanto con los mensajes e imágenes de los cuentos que contamos, como en las propuestas que ofrecemos a los niños y niñas.

Creemos en ellos como seres activos, protagonistas de su propio aprendizaje, poseedores de una disponibilidad natural para explorar el entorno que les rodea.

Las niñas y niños tienen muchos recursos y un gran potencial para descubrir, crear, sentir y en definitiva aprender de manera espontánea.

La educación de los niños y las niñas y los primeros aprendizajes se hacen en la familia, pero a partir del momento en que entran en la escuela infantil, esta responsabilidad educativa se comparte. Por tanto, debemos trabajar en este sentido. La familia debe ser parte integrante de la escuela, para implicarse en un proyecto común y garantizar todos los canales de comunicación y de colaboración.

La escuela infantil no pretende suplantar la función educadora de la familia, sino ser el complemento adecuado para el desarrollo completo de la niña o el niño en sus primeros años de vida. Colaborar en este sentido es fundamental para conseguir su bienestar en los ámbitos afectivos, cognitivos, motrices y relacionales.

Para nosotros la implicación y participación de las familias es una pieza clave para el desarrollo de los niños y niñas en el día a día de la escuela infantil. Facilitamos y promovemos los canales de comunicación y participación que mejor se adapten a las características y necesidades de las familias, con el fin de avanzar juntos en el acompañamiento de las niñas y los niños.